Dos meses de espera para un restaurante en mañolandia es una eternidad.
Cuando llamé y pregunté por una fecha específica casi me pareció oir al otro lado la risa histérica como el maitre del Dorsia al que llama el protagonista de American Psycho... pero fue sólo inconscientemente.
El bulli de Torrero le llaman. Bar de barrio venido a más... mucho más. El saloncito "al fondo a la derecha" con media docena de mesitas sirvieron de sala de desfile de los platos de un menú cerrado que cambian cada temporada.
Tan sólo te dejan elegir el vino y si llamas con antelación pueden cambiarte ingredientes si eres alérgico/a.
Impresionantes las sardinas con sandía, los rulos de mango con buey y helado de manzana o el ya clásico (dicen) huevo escalfado con ceniza de patata.
La camarera atenta pero sin pasarse, no se cansaba de explicar a los comensales como proceder con los platitos.. me sentí muy cómodo.
Lo malo, la carta de vinos, extremadamente pequeña y demasiado clásica. Pedí una botella de Martúe (siempre me salgo por las ramas cuando voy a restaurantes por estos lares), un proyecto de Emilio Aragón.
Para repetir, algunos deberían aprender que se puede hacer cocina sorprendente sin aspamientos.
Right Here, Right Now! ................................................................................
"Si hay algo más importante que mi vanidad a bordo de esta nave, quiero atraparle y pegarle un tiro. " (La Guía del Autoestopista Galáctico)
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viernes, 15 de julio de 2011
domingo, 8 de mayo de 2011
Restaurantes - Lo más de Zaragoza II
Por fin pude ir al restaurante novodabo de David Boldova. Llevaba tiempo queriendo reservar.
Tantas críticas leídas y tantas expectativas me hicieron creer que iba a ser una experiencia fantástica, craso error.
La crisis parece que les ha hecho replantearse esta temporada los precios: el menú degustación ha bajado hasta poco más de 50 euros y han sacado un menú “express” por menos 30 (bravo por esta iniciativa).
Sobre el menú degustación: no me gustó la forma en que tratan al foie, en dos ocasiones salió en el menú helado o con granizado de helado, no le pillé el punto.
No me agrada ver las mismas cosas dentro de un menú y ví la misma cobertura de cacao en un foie y en un postre.
Aparte de esto, no se si el resto de los clientes eran habituales, pero a mi me gusta que me expliquen como comer los platos de la forma correcta, me encontré perdido en varios de ellos, nadie nos dijo como proceder al servirnos.
El hilo musical era agradable pero en la esquina en la que estuvimos había manchas en la inmaculada pared blanca y hacía un frío que pelaba: vi hasta 4 veces como el servicio manipulaba el a/c.
Respecto a los baños… no tienen nada de especial, recuerdo en La Carambola que tenían una forma muy sutil de diferenciar los servicios (un cordón blanco o negro), aquí nada de originalidad(también han quitado los cepillos…la crisis).
Lo que más me gustó fue poder pedirme un Ánima Negra/2 a precio contenido. Soy un “adicto” al manto negro (también Son Bordils) y me resultó muy reconfortante :)
Supongo que volveré, no digo que haya sido una experiencia negativa (hasta David salió a despedirse) pero no deben dormirse en los laureles y seguir con el buen hacer… con el duro trabajo del día a día llegaran a la excelencia.
…Cómo echo de menos a La Carambola de Pilar Carbó…
Tantas críticas leídas y tantas expectativas me hicieron creer que iba a ser una experiencia fantástica, craso error.
La crisis parece que les ha hecho replantearse esta temporada los precios: el menú degustación ha bajado hasta poco más de 50 euros y han sacado un menú “express” por menos 30 (bravo por esta iniciativa).
Sobre el menú degustación: no me gustó la forma en que tratan al foie, en dos ocasiones salió en el menú helado o con granizado de helado, no le pillé el punto.
No me agrada ver las mismas cosas dentro de un menú y ví la misma cobertura de cacao en un foie y en un postre.
Aparte de esto, no se si el resto de los clientes eran habituales, pero a mi me gusta que me expliquen como comer los platos de la forma correcta, me encontré perdido en varios de ellos, nadie nos dijo como proceder al servirnos.
El hilo musical era agradable pero en la esquina en la que estuvimos había manchas en la inmaculada pared blanca y hacía un frío que pelaba: vi hasta 4 veces como el servicio manipulaba el a/c.
Respecto a los baños… no tienen nada de especial, recuerdo en La Carambola que tenían una forma muy sutil de diferenciar los servicios (un cordón blanco o negro), aquí nada de originalidad(también han quitado los cepillos…la crisis).
Lo que más me gustó fue poder pedirme un Ánima Negra/2 a precio contenido. Soy un “adicto” al manto negro (también Son Bordils) y me resultó muy reconfortante :)
Supongo que volveré, no digo que haya sido una experiencia negativa (hasta David salió a despedirse) pero no deben dormirse en los laureles y seguir con el buen hacer… con el duro trabajo del día a día llegaran a la excelencia.
…Cómo echo de menos a La Carambola de Pilar Carbó…
domingo, 14 de noviembre de 2010
¡Quiero un japonés en Zaragoza!
Soy adicto a la comida japonesa y como tal no desperdicio una buena oportunidad de quitarme el mono.
Hoy estaba esperando a más gente por el Born para ir a comer al Bestiari(tienen un tataki de atún cojonudo) pero paseando me he encontrado con algo que me ha parecido increíble. ¡Un "take away" de comida japonesa!
Así que me he pillado unos makis de salmón en tempura y una Asahi en el "Yamane" y he sido más feliz que un chupillas tomando esa tapa inesperada en un banco en la calle (Lna se ha pillado unas croquetas de calabaza y cerveza de gengibre).
Como es un barrio de modernos nadie me ha mirado raro aunque aún con una sonrisa estúpida de oreja a oreja chutándome a base de bien de ricas endorfinas :)))
Esto me ha recordado que tanto en Barcelona como en Madrid conozco muchos y excelentes restaurantes japoneses de verdad de la buena.
I mean... ni orientales, ni chinos japoneses, ni japonés de chinos como en Zaragoza.
No lo entiendo, lo mejor que se puede encontar es el Sakura(sólo el de Luis Vives); pero por muy simpático que sea el dueño y por muchos chupitos de Suntory que le puedas sacar si insistes es chino(eso sí, intenté que mejorase su carta presionándole para que fuera a comer al Ginza en Madrid pero sólo he conseguido que tras ello instale una cinta para mover los platos en la barra).
No pido disponer del mejor toro, sólo tener un japonés de verdad, con buenos makis, buen sashimi y un buen mochi :)))
¡Por favor que alguien se anime!. Arigato gozaimasu.
La foto que os pongo la he tomado del sitio en cuestión. El perro sentado delante es de los dueños :P
Lo podéis encontrar aquí y tiene un punto de humor el hecho de que te lo llevan al restaurante "Casa Paco" que está pared con pared si pides el vino XDDD
P.D:creo que no me he explicado bien, con el título no digo que quiero a un oriundo de Japón por estos lares... que seguro hay unos cuantos... sino un restaurante !!!
Hoy estaba esperando a más gente por el Born para ir a comer al Bestiari(tienen un tataki de atún cojonudo) pero paseando me he encontrado con algo que me ha parecido increíble. ¡Un "take away" de comida japonesa!
Así que me he pillado unos makis de salmón en tempura y una Asahi en el "Yamane" y he sido más feliz que un chupillas tomando esa tapa inesperada en un banco en la calle (Lna se ha pillado unas croquetas de calabaza y cerveza de gengibre).
Como es un barrio de modernos nadie me ha mirado raro aunque aún con una sonrisa estúpida de oreja a oreja chutándome a base de bien de ricas endorfinas :)))
Esto me ha recordado que tanto en Barcelona como en Madrid conozco muchos y excelentes restaurantes japoneses de verdad de la buena.
I mean... ni orientales, ni chinos japoneses, ni japonés de chinos como en Zaragoza.
No lo entiendo, lo mejor que se puede encontar es el Sakura(sólo el de Luis Vives); pero por muy simpático que sea el dueño y por muchos chupitos de Suntory que le puedas sacar si insistes es chino(eso sí, intenté que mejorase su carta presionándole para que fuera a comer al Ginza en Madrid pero sólo he conseguido que tras ello instale una cinta para mover los platos en la barra).
No pido disponer del mejor toro, sólo tener un japonés de verdad, con buenos makis, buen sashimi y un buen mochi :)))
¡Por favor que alguien se anime!. Arigato gozaimasu.
La foto que os pongo la he tomado del sitio en cuestión. El perro sentado delante es de los dueños :P
Lo podéis encontrar aquí y tiene un punto de humor el hecho de que te lo llevan al restaurante "Casa Paco" que está pared con pared si pides el vino XDDD
P.D:creo que no me he explicado bien, con el título no digo que quiero a un oriundo de Japón por estos lares... que seguro hay unos cuantos... sino un restaurante !!!
domingo, 18 de julio de 2010
Restaurantes - Lo más de Zaragoza
La verdad, una de las cosas que más echo de menos de Madrid es poder salir a cenar por mi barrio y tener el dilema de tener que elegir un restaurante bueno/bonito/barato de entre 20 posibilidades a 5 minutos andando.
Últimamente están empezando a salir locales en Zaragoza de un estilo muy parecido a los que puedes encontrar por Chueca: modernos, llenos de gente joven, con precios atractivos y comida original.
El problema está en que parece que es la gallina de los huevos de oro; esto... es un pueblo: pones un nombre chulo, vendes algo original y aunque sea basurilla... la gente pica.
Voy a contar un par de extremos, Quicheme y Baobab.
Me encantan las quiches, de hecho he tenido temporadas que creo que sólo vivía de ellas, bueno, es broma... pero es mi cena comodín. Casi todos mis amigos han caído en mi redes y han tenido que probar mis quiches XDD.
Pues bien, cuando me dijeron que habían abierto un restaurante dedicado a las quiches me dió un vuelco el corazón...o más bien el estómago. Mi estómago empezó a enviar señales a mi cerebelo para que pusiera mis piernas rumbo al restaurante.
Fui al mediodía y en mi estilo... sin reservar... the hard way.
El sitio era chulo la verdad. Minimalista... como a mí me gusta y con mesas para hacer amigos. Entiendo la táctica de poner mesas casi solapadas con distribuciones dignas de un gran jugador de tetris, los alquileres de los locales están por las nubes y si ofreces un producto ajustado, tienes que sacar beneficio por otro lado.
Hasta aquí, era razonable. Conseguimos mesa en cinco minutos pero tuve que ponerme de lado para poder sentarme (no, no era culpa de mi barriga).
Tardaron otros cinco minutos en tomarnos la minuta: una ensalada para compartir y una quiche. Con agua... el botellín más pequeño y más caro que había visto en mi vida... y eso que era de una marca local de toda la vida... vamos... me tomé el agua como si fuera elixir de dioses: ¡150 ml a más de dos euros!.
La quiche fue lo mejor de todo, un trozo de un 80% nata, gruyere, huevos, 15% de masa quebrada, un 3% de aire y un 2% de ingrediente principal.
Probé las dos quiches, e incluso a cata ciega... sabían las dos igual ¿por qué? Menuda tomadura de pelo.
Miré a mi alrededor y nadie más estaba inspeccionando la comida, nadie se tomaba el agua a sorbitos como yo... ¿pero qué pasaba?. Quizás es que no entendía :) .
En fin, un sitio para no volver. What a pity... (que ganas tengo de hacer una quiche en casa).
Por otra parte, de casualidad me topé con el Baobab. Últimamente me van mucho los vegetarianos y este tenía bastantes puntos: local grande, moderno, una separación decente entre mesas y lo mejor: una carta muy original y con muuuchos postres.
Llamamos para reservar y dijeron que no hacía falta, cuando llegamos estaba a reventar. Una lista y 25 minutos de espera lo solucionan todo, en fin.
Un entrante para compartir, dos segundos, dos postres, agua y dos cervezas(una de ellas bio que sabía a alfalfa) 45 euretes.
Me pareció caro. Sobre todo la ensalada para compartir, 9 euros por un plato cuya materia prima es muy barata.
Pero se lo perdono, un sitio que me gustó, me hizo recuperar el placer de comer escarola y el postre era espectacular.
De todos modos mi vegetariano favorito sigue siendo "La Zanahoria" (2 entrantes, 2 principales, 2 postres por unos 30 euros) es menos cool pero la comida está genial, siempre hay sitio y además el dueño es el hermano de Ignacio Mayayo, el pintor más cachondo de Zaragoza ;-) (cuando subáis al baño fijaros en su grabado). Tengo que hacer una entrada de Mayayo (apunte mental).
Por si os atrevéis:
Restaurante Baobab: Calle del Arzobispo Apaolaza, 160,976 359 011
Restaurante Quicheme: San Lorenzo 7, 976 960 870
Restaurante La Zanahoria: La Zanahoria, Calle de Tarragona,976 358 794
Últimamente están empezando a salir locales en Zaragoza de un estilo muy parecido a los que puedes encontrar por Chueca: modernos, llenos de gente joven, con precios atractivos y comida original.
El problema está en que parece que es la gallina de los huevos de oro; esto... es un pueblo: pones un nombre chulo, vendes algo original y aunque sea basurilla... la gente pica.
Voy a contar un par de extremos, Quicheme y Baobab.
Me encantan las quiches, de hecho he tenido temporadas que creo que sólo vivía de ellas, bueno, es broma... pero es mi cena comodín. Casi todos mis amigos han caído en mi redes y han tenido que probar mis quiches XDD.
Pues bien, cuando me dijeron que habían abierto un restaurante dedicado a las quiches me dió un vuelco el corazón...o más bien el estómago. Mi estómago empezó a enviar señales a mi cerebelo para que pusiera mis piernas rumbo al restaurante.
Fui al mediodía y en mi estilo... sin reservar... the hard way.
El sitio era chulo la verdad. Minimalista... como a mí me gusta y con mesas para hacer amigos. Entiendo la táctica de poner mesas casi solapadas con distribuciones dignas de un gran jugador de tetris, los alquileres de los locales están por las nubes y si ofreces un producto ajustado, tienes que sacar beneficio por otro lado.
Hasta aquí, era razonable. Conseguimos mesa en cinco minutos pero tuve que ponerme de lado para poder sentarme (no, no era culpa de mi barriga).
Tardaron otros cinco minutos en tomarnos la minuta: una ensalada para compartir y una quiche. Con agua... el botellín más pequeño y más caro que había visto en mi vida... y eso que era de una marca local de toda la vida... vamos... me tomé el agua como si fuera elixir de dioses: ¡150 ml a más de dos euros!.
La quiche fue lo mejor de todo, un trozo de un 80% nata, gruyere, huevos, 15% de masa quebrada, un 3% de aire y un 2% de ingrediente principal.
Probé las dos quiches, e incluso a cata ciega... sabían las dos igual ¿por qué? Menuda tomadura de pelo.
Miré a mi alrededor y nadie más estaba inspeccionando la comida, nadie se tomaba el agua a sorbitos como yo... ¿pero qué pasaba?. Quizás es que no entendía :) .
En fin, un sitio para no volver. What a pity... (que ganas tengo de hacer una quiche en casa).
Por otra parte, de casualidad me topé con el Baobab. Últimamente me van mucho los vegetarianos y este tenía bastantes puntos: local grande, moderno, una separación decente entre mesas y lo mejor: una carta muy original y con muuuchos postres.
Llamamos para reservar y dijeron que no hacía falta, cuando llegamos estaba a reventar. Una lista y 25 minutos de espera lo solucionan todo, en fin.
Un entrante para compartir, dos segundos, dos postres, agua y dos cervezas(una de ellas bio que sabía a alfalfa) 45 euretes.
Me pareció caro. Sobre todo la ensalada para compartir, 9 euros por un plato cuya materia prima es muy barata.
Pero se lo perdono, un sitio que me gustó, me hizo recuperar el placer de comer escarola y el postre era espectacular.
De todos modos mi vegetariano favorito sigue siendo "La Zanahoria" (2 entrantes, 2 principales, 2 postres por unos 30 euros) es menos cool pero la comida está genial, siempre hay sitio y además el dueño es el hermano de Ignacio Mayayo, el pintor más cachondo de Zaragoza ;-) (cuando subáis al baño fijaros en su grabado). Tengo que hacer una entrada de Mayayo (apunte mental).
Por si os atrevéis:
Restaurante Baobab: Calle del Arzobispo Apaolaza, 160,
Restaurante Quicheme: San Lorenzo 7, 976 960 870
Restaurante La Zanahoria: La Zanahoria, Calle de Tarragona,
miércoles, 16 de junio de 2010
Tres Lunas (¡ojalá fueran mil!)
Voy a hablar de quizás el sitio al que siempre pienso en volver cuando voy a Madrid e incluso al que sueño con ir cuando no puedo.
Es Tres Lunas, una Taberna llevada por Pedro y Raul.
A Pedro lo conocí en taberneros, un sitio que conocimos por casualidad (un paseo al poco de asentarnos en Madrid por las calles retorcidas del centro nos llevó hasta allí).
Allí me enseñó plato tras plato, copa tras copa, sobremesa tras sobremesa, un mundo más allá de somontanos, riojas...
Me guió a través de otros derroteros, emocionantes siempre, como vinos de las baleares, prioratos, segre, bierzo, isla del hierro....cuantos recuerdos...
Cada visita era una primera vez, era descubrir algo nuevo, ¿no es eso un lujo?.
Recuerdo un día como se nos acercó y nos habló de su proyecto, de como se le iluminaba la cara cuando nos pintaba en una cuartilla el plano del local que había visto.
Y entonces llegó Tres Lunas.
Con Raúl en la cocina (ya conocíamos su buen hacer) y con Pedro siguen haciendo que me sienta como en casa.
Es un lugar en el que simplemente te dejas llevar y ,por increíble que parezca, uno de los pocos sitios en los que soy capaz de relajarme y disfrutar.
Platos sorprendentes y siempre en renovación para compartir con alguien con quien tener una sobremesa interesante en uno de sus sofás después de la comida con un buen cocktail en la mano.
Echad un vistazo a la carta, sobre el vino mejor ver para creer ;-)
Es un lugar para llegar y quedarse.
Es obvio que lo recomiendo, debería ser objeto de peregrinación obligatoria para dar de comer al estómago más exigente y al espíritu más inquieto.
Aquí en mañolandia no hay nada igual ¿cuándo os desdobláis y montáis Cuatro Lunas por Zaragoza?(Qué complicado es encontrar el Alter Enos)
¡Salud!
Es Tres Lunas, una Taberna llevada por Pedro y Raul.
A Pedro lo conocí en taberneros, un sitio que conocimos por casualidad (un paseo al poco de asentarnos en Madrid por las calles retorcidas del centro nos llevó hasta allí).
Allí me enseñó plato tras plato, copa tras copa, sobremesa tras sobremesa, un mundo más allá de somontanos, riojas...
Me guió a través de otros derroteros, emocionantes siempre, como vinos de las baleares, prioratos, segre, bierzo, isla del hierro....cuantos recuerdos...
Cada visita era una primera vez, era descubrir algo nuevo, ¿no es eso un lujo?.
Recuerdo un día como se nos acercó y nos habló de su proyecto, de como se le iluminaba la cara cuando nos pintaba en una cuartilla el plano del local que había visto.
Y entonces llegó Tres Lunas.
Con Raúl en la cocina (ya conocíamos su buen hacer) y con Pedro siguen haciendo que me sienta como en casa.
Es un lugar en el que simplemente te dejas llevar y ,por increíble que parezca, uno de los pocos sitios en los que soy capaz de relajarme y disfrutar.
Platos sorprendentes y siempre en renovación para compartir con alguien con quien tener una sobremesa interesante en uno de sus sofás después de la comida con un buen cocktail en la mano.
Echad un vistazo a la carta, sobre el vino mejor ver para creer ;-)
Es un lugar para llegar y quedarse.
Es obvio que lo recomiendo, debería ser objeto de peregrinación obligatoria para dar de comer al estómago más exigente y al espíritu más inquieto.
Aquí en mañolandia no hay nada igual ¿cuándo os desdobláis y montáis Cuatro Lunas por Zaragoza?(Qué complicado es encontrar el Alter Enos)
¡Salud!
Tres Lunas
Paseo de Eduardo Dato, 13
28010 Madrid
913083617
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